La noche es el periodo durante el
que una parte de la Tierra,
por acción de la rotación, deja de recibir la luz
solar y, por ende,
permanece en oscuridad. Está comprendido entre el atardecer
del
Sol y el amanecer del día siguiente.
La refracción por la atmósfera de los rayos luminosos del
Sol
motiva que veamos luz cuando el Sol ya se ha puesto: crepúsculo vespertino.
Dicha refracción alarga el día y acorta la noche.
La duración del día y la noche va cambiando en el transcurso
del año,
siendo la duración media del día de 12 horas (en todas las latitudes),
en los equinoccios más de 12 horas en primavera y verano, alcanzando
el día más
largo en el solsticio de verano, donde también ocurre la noche
más corta. Por
el contrario el día dura menos de 12 horas en otoño e invierno,
alcanzándose en
el solsticio de invierno el día más corto y la noche más larga.
Este efecto se
acentúa más cuanto mayor es la latitud. En el ecuador siempre
duran lo mismo[cita
requerida]. Hay día o noche permanente en alguna
época del año, en las regiones
polares tanto del hemisferio norte o sur
caracterizadas por estar a una latitud
que en valor absoluto es mayor que
F = 90 - 23º 26’ = 66º 34’. Esta es
precisamente la definición de Círculo polar.
Fotografía: Jesús Jiménez Gómez
Fuente: Wikipedia
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