Los lavaderos públicos ubicados en la parte sur de la ciudad
de Tequila
fueron durante la época colonial un refugio para las amas de
casa.
Mientras lavaban la ropa hincadas
sobre sus rodillas,
se hablaba de las cosas alegres de vida, se chiflaban
canciones
o le cantaban al amor imaginario.
Los lavaderos eran también punto
de encuentro para habitantes (hombres a
ligar y mujeres a lavar) del valle
de Tequila ya que se cuenta que el manantial
que abastece el arrollo
era caudaloso, suficiente para una gran cantidad de
amas de
casa de los pueblos aledaños de Texcalame y El Guamuchil.
El lugar está ubicado entre dos cerros, uno es el de la Cruz
y el otro el la Loma de La Perseverancia.
Locación misteriosa
y mística de por si ya que se cuentan leyendas sobre
las numerosas
cuevas localizadas en el lugar. los lavaderos ganaron fama no muy buena,
ya que entre tallada y
tallada, no faltaban los chismes que se
inventaban para luego dispersarse por
el pueblo de Tequila.
Para llegar a los
lavaderos su puede tomar la ruta por las antiguas
destilerías hasta
llegar a una calle cerrada por los dos cerros mencionados.
Las calles se han preservado en perfecto
estado original pero los
lavaderos fueron remodelados recientemente ya que los
anteriores
se encontraban muy deteriorados por el uso y el tiempo.
Bellas calles de empedrado que se utilizan
para el transporte
de las piñas de agave y producto terminados de la destilería
principal de Orendain y Tequila Fortaleza.
Fotografía: Jesús Jiménez Gómez
Fuente: Tequila Jal. Mex.
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