El ritual de los voladores de Papantla inició como una
ceremonia
en la época prehispánica, que tenía que ver con un rito orientado
a
pedir lluvia debido a un periodo largo de sequía, el rito en aquellos tiempos
no se iniciaba aventándose al vacío, si no con la selección del “palo volador”
se internaban en busca del más alto, se danzaba en torno a él y se realizaba
toda una serie de pasos para llevarlo al lugar en donde lo colocarían,
un dato
curioso es que las mujeres tenían prohibido tocarlo ya que era
una señal de mal
augurio. Actualmente se ha generalizado al empleo
de postes de acero con
pequeños peldaños metálicos, conservándose
únicamente de madera el bastidor y
el tecomate. La altura varía de un palo
a otro: el que se encuentra en la explanada de la iglesia de Papantla mide
a otro: el que se encuentra en la explanada de la iglesia de Papantla mide
aproximadamente 37 m; el localizado en
El Tajín tiene casi 27 m; y el del
Museo Nacional de Antropología de la ciudad
de México alcanza los 25 m.
Las danzas indígenas trataron de ser prohibidas por los
misioneros
españoles en América, por lo que la permanencia de esta tradición se
limita
a grupos nahuas y totonacos de la Sierra Norte de Puebla y el
Totonacapan
veracruzano, siendo bastante popular y difundido en
Papantla, Veracruz, por lo
que a los voladores se les conoce como
“Voladores de Papantla”. Algunos grupos
de indígenas de esas regiones
se han trasladado a diversos puntos de la
República Mexicana,
como el Museo Nacional de Antropología en la Ciudad de
México y
el parque eco-arqueológico Xcaret en Quintana Roo, donde
hacen una
breve representación del ritual indígena.
La danza del Volador es conocida en Papantla como
“Vuelo de
los muertos” o Kos'niin y la danza Hua-hua
como “Guacamaya” o Lakka.
A la danza se han incorporado elementos occidentales y
modernos
como la utilización de algunos elementos en los trajes. También se
elaboran
palos de metal en vez de madera y el palo del árbol ya no es llevado
sin tocar el suelo, cargado por toda la comunidad, sino que usan vehículos
de
combustión interna para el arrastre. La introducción de estos elementos ha sido
valorada como negativa para la tradición, además de que la danza ha adquirido
características de Circo, pues ha sido comercializada como
espectáculo, y para ello se ha buscado mayor atractivo visual,
realizándola en un palo más alto superando el número de 13 vueltas,
espectáculo, y para ello se ha buscado mayor atractivo visual,
realizándola en un palo más alto superando el número de 13 vueltas,
lo que rompe con el carácter sagrado de la tradición.
Ante este escenario
varios danzantes se agruparon en una Unión de Danzantes y
Voladores con
el fin de preservar la tradición original. Por otra parte, esta danza ha sido
juzgada como un “juego” prehispánico, siendo que es un ritual sin carácter lúdico.
el fin de preservar la tradición original. Por otra parte, esta danza ha sido
juzgada como un “juego” prehispánico, siendo que es un ritual sin carácter lúdico.
En el año 2000 el Gobierno de México otorgó a la Unión de
Danzantes
y Voladores de Papantla el Premio Nacional de Ciencias y Artes
en su
rubro de Artes y Tradiciones Populares.
El 30 de septiembre de 2009 la ceremonia ritual de los
voladores fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad; el
anuncio fue hecho por la Unesco durante las reuniones del Comité
intergubernamental para la salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial en la
ciudad de Abu Dhabi.
Fotografía: Jesús Jiménez Gómez
Fuente: Wikipedia
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