viernes, 13 de mayo de 2016

La Tortura




La tortura es el acto de infligir dolor físico o psicológico 
por parte de una autoridad pública, o de alguien amparado por ella,
 con el fin de obtener información o de conseguir "pruebas"
 para esclarecer un delito. Algunos autores proponen distinguir entre
 la tortura judicial —la que se ejerce durante el proceso penal
 para determinar la culpabilidad del acusado, hasta que fue abolida
 en Europa y en América a principios del siglo XIX
— y la tortura extrajudicial —la que ejerce la autoridad gubernativa 
fuera del ámbito judicial propiamente dicho, especialmente
 cuando se trata de "delitos políticos"



















Las diferentes formas de tortura han sido aplicadas también
 como pena corporal a los culpables de determinados delitos.

Los hebreos colgaban de un poste o de una cruz a los calumniadores
 y a los idólatras, y lapidaban a los blasfemos. La ley de Moisés señalaba
 la pena del fuego contra aquél que se hubiese casado con la madre
 y con la hija y condenaba a las mujeres al mismo género de muerte.
 Los palazos o la verberación era un castigo cruel bajo cuyos golpes
 morían a veces los criminales. Los persas infligían diversas clases de
 suplicio como pena a los reos condenados.



















En la Antigua Roma se condenaba a la crucifixión a los esclavos y a las personas de estratos y condiciones menos favorables. Antes de clavar a los reos en la cruz solían darles azotes con correas, sarmientos u otros instrumentos preparados al efecto. Plutarco dice que los reos condenados a muerte en la cruz estaban obligados a llevarla por sí mismos al patíbulo. Comúnmente, los aseguraban en la cruz por medio de clavos si bien otras veces los ataban con cuerdas. Este suplicio era tan común entre los antiguos que los latinos dieron al nombre de crux y a sus derivadas cruciatus y cruciare una significación que se refiere a toda suerte de penas y tormentos.




















La costumbre de cortar la cabeza con la hoz es muy antigua.
 Los romanos la usaron desde los primeros tiempos de la fundación
 de su ciudad, por eso los lictores llevaban entre las haces una seguro
 para este objeto. En Atenas y Roma se castigaba a los traidores
 de la patria precipitándoles a un foso profundo o desde la roca Tarpeya,
 respectivamente. Mecio Fufecio, rey de Alba Longa, fue descuartizado
 por orden de Tulio Hostilio por haber violado
 la alianza que había hecho con los romanos.























Fotografía: Jesús Jiménez Gómez

Fuente: Wikipedia









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