lunes, 30 de mayo de 2016

La Alhóndiga de Granaditas




La Alhóndiga de Granaditas es un edificio construido
 en la ciudad de Guanajuato, en el estado de Guanajuato, México,
 a finales del siglo XVIII, en tiempos del virreinato, empleado
 en un principio como almacén y comercio de granos (es decir, una alhóndiga).
 Fue uno de los principales y primeros escenarios de la lucha
 de independencia de México, ya que durante el ataque
 por el ejército insurgente a la ciudad de Guanajuato, en su interior
 se refugiaron familias peninsulares y se acuartelaron las tropas realistas,
 por lo que fue asediado por las tropas rebeldes capitaneadas por
 Miguel Hidalgo y Costilla e Ignacio Allende, ataque que duró
 hasta que fue tomado el edificio y masacrados sus ocupantes
 (en su mayoría civiles), el 28 de septiembre de 1810, gracias a un personaje
 conocido como El Pípila quién permitió el acceso a la alhóndiga
 incendiando sus puertas, tras pasar por una lluvia de balas
 cubriéndose la espalda con una losa de piedra.






Su construcción inició en 1796, por orden del virrey Miguel de la Grúa 
Talamanca de Carini y Branciforte, proyectado por el arquitecto
 José del Mazo y Avilés. Los encargados de los trabajos fueron
 el maestro Juan de Dios Trinidad Pérez y Francisco Ortiz de Castro.
 Fue concluida el 7 de noviembre de 1809. Su fin principal era
 el almacenaje de granos, pero esa función duró poco, 
ya que a los pocos meses, en septiembre de 1810,
 la ciudad fue tomada por los insurgentes.







Durante la toma de la ciudad, el 28 de septiembre del mismo año,
 las tropas realistas comandadas por el intendente del centro minero
 de la ciudad, el militar Juan Antonio Riaño, se acuartelaron dentro
 de la alhóndiga para resistir a las fuerzas insurgentes comandadas
 principalmente por el cura Miguel Hidalgo y Costilla,
 Ignacio Allende y Unzaga, Juan Aldama, Mariano Abasolo
 y Mariano Jiménez. Al movimiento insurgente se habían unido
 un contingente de trabajadores mineros, por lo que uno de ellos,
 de nombre Juan José de los Reyes Martínez Amaro,
 apodado El Pípila, tomó como caparazón una losa de piedra 
que cargó a su espalda para cubrirse del fuego cruzado, con lo que
 llegó hasta la puerta de la Alhóndiga y le prendió fuego con una antorcha
 y unas varas de ocote, con lo que el ejército insurgente pudo entrar al edificio,
 vencer a los realistas y tomar la ciudad. Todos los realistas,
 en su mayoría familias peninsulares de los alrededores refugiadas
 en el edificio, fueron masacrados, y la Alhóndiga saqueada,
 al igual que el resto de la ciudad de Guanajuato.

Después de muertos los héroes independentistas: Miguel Hidalgo,
 Juan Aldama, Ignacio Allende y José Mariano Jiménez,
 sus cabezas fueron colgadas dentro de jaulas de cada una de las esquinas
 de la alhóndiga el 14 de octubre de 1811, donde duraron expuestas
 hasta marzo de 1821, al borde de la total liberación del dominio español.








Fotografía: Jesús Jiménez Gómez

Fuente: Wikipedia












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