jueves, 10 de diciembre de 2015

El Callejón del Beso




Todo viajero que viene a esta ciudad
 pregunta por el Callejón del Beso,
 lugar al que se atribuye varias leyendas.






Se cuenta que doña Carmen era hija única de un hombre intransigente
 y violento pero como suele suceder,
 siempre triunfa el amor por infortunado que éste sea.

Doña Carmen era cortejada por su galán,
 don Luis, en un templo cercano al hogar de la doncella,
 primero ofreciendo de su mano a la de ella el agua bendita.
 Al ser descubierta sobrevinieron el encierro,
 la amenaza de enviarla a un convento, y lo peor de todo,
 casarla en España con un viejo y rico noble, con lo que, además,
 acrecentaría el padre su mermada hacienda.

Una ventana de la casa de doña Carmen daba hacia un angosto callejón,
 tan estrecho que era posible, asomado a la ventana,
 tocar con la mano la pared de enfrente. 






Si lograban entrar a la casa frontera,
 podría hablar con su amada y, entre los dos,
 encontrar una solución a su problema.
Hay que imaginar cuál fue la sorpresa de doña Carmen cuando,
 asomada a su balcón, se encontró a tan corta distancia
 con el hombre de sus sueños
Unos cuantos instantes habían transcurrido
 de aquel inenarrable coloquio amoroso,
 pues, cuando más abstraídos se hallaban los dos amantes,
 del fondo de la pieza se escucharon frases violentas.
 Era el padre de doña Carmen increpando a Brígida,
 quien se juzgaba a la misma vida por impedir que su amo
 entrara a la alcoba de su señora






El padre arrojó a la protectora de doña Carmen,
 como era natural, y con una daga en la mano,
 de un solo golpe la clavo en el pecho de su hija.
Don Luis enmudeció de espanto
 la mano de doña Carmen seguía entre las suyas,
 pero cada vez más fría.Ante lo inevitable,
 don Luis dejó un tierno beso sobre aquella mano
 tersa y pálida, ya sin vida.





FotografíaJesús Jiménez Gómez

Fuente: Guanajuato












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