miércoles, 18 de noviembre de 2015

El Hospicio Cabañas




Diseñado por Manuel Tolsá, conocido Arquitecto y Escultor español,
 quien inició su construcción en 1805 hasta exhibir su corte neoclásico
 rematado por una cúpula que semeja la corona española
 que hoy en día podemos apreciar.

Abre sus puertas en 1810 todavía en construcción
 y durante la guerra de independencia, pasó a ser ocupado
 por soldados convirtiéndose en la ciudadela más importante de la ciudad.
 Después de aproximadamente siglo y medio vuelve a su objetivo inicial
 con la llegada de las Hermanas de la Caridad en 1852; sin embargo,
 fue hasta 1983 cuando dejó de prestar servicios como Hospicio,
 convirtiéndose en la sede de la cultura que tomó el nombre de Cabañas
 en homenaje a las obras desarrolladas por el obispo,
 transformándose en el museo y centro de promoción cultural de la ciudad.







En 1937 el muralista mexicano José Clemente Orozco,
 bajo la invitación del gobierno del estado de Jalisco,
 decoró el interior del Instituto con grandes murales
 que ahora forman parte de nuestra riqueza cultural.

En estos murales terminados en 1939, Orozco interpretó
 la vida prehispánica, es decir, el choque cultural entre los indígenas y españoles;
 también plasmó el tema de la fundación de Guadalajara
 hasta llegar a la trágica realidad contemporánea.
 En el centro de la capilla se exhibe su obra más importante llamada
 “El Hombre de Fuego”, una figura humana envuelta en llamas,
 la cual representa los cuatro elementos de la naturaleza
 junto con las cuatro obras que le rodean.
 El Hospicio Cabañas se reconoce por ser la segunda 
manifestación más importante de la arquitectura neoclásica en México.






Fotografía: Jesús Jiménez Gómez

Fuente: Guadalajara Guadalajara.com








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