La pirámide del Sol es la estructura más
grande de Teotihuacan
y la segunda de Mesoamérica, después de la de Cholula.
Se
cree que su construcción se llevó a cabo,
junto con la pirámide de la Luna, hacia el siglo II d.C.
Los trabajos de principios de siglo (1905 - 1910)
estuvieron a cargo de un arqueólogo muy singular y controvertido,
Leopoldo
Batres.
Estudios posteriores han puesto de manifiesto graves errores
en la excavación de la pirámide, deformada prácticamente
en su totalidad durante la excavación llevada a cabo por dicho arqueólogo.
Actualmente,
alcanza una altura de 65 m. pero se cree que fue más alta,
puesto que la cima
estaba coronada con un templo o santuario,
edificado probablemente con
materiales perecederos.
Sólo
sabemos que en el siglo XVI mostraba en lo alto
un enorme ídolo de piedra de
"tres brazas de largo",
que fue hecho pedazos por orden del obispo
Zumárraga.
Han
aparecido alfardas que limitaban las escaleras del lado poniente,
lo que
evidencia que ésta era la parte delantera del monumento.
A diferencia de lo que
ocurre en general,
y probablemente por la gran altura,
estas escaleras no
forman un sólo tramo
sino que se interrumpen a ciertos niveles
en el pequeño pasillo
que divide a los cuerpos escalonados.
La
parte delantera de la pirámide
no da directamente a la Calzada de los Muertos
sino a una gran plaza rodeada de otros edificios de épocas posteriores.
El
cuerpo de la pirámide está compuesto de bloques de piedra
unidos por un lodo
especial recubierto de estuco, posteriormente decorado,
y la técnica utilizada
para su construcción era la del talud y el tablero,
formando cinco cuerpos
superpuestos, con una base de 200 por 225 m.
Dentro de la gran pirámide hay otra pequeña que debió ser
construida
sobre una estancia subterránea en forma de trébol de cuatro hojas,
unida a la orilla del micaotli o Calzada de los Muertos
por un pasaje
subterráneo cuya entrada está al pie del basamento adosado.
Parece ser que esta
estancia se hizo para crear cuatro cuevas o bocas
de la Madre Tierra, que
simbolizan el origen del hombre.
Se supone que tenía un vínculo con el mítico
lugar de origen de los aztecas,
llamado Chicomotzoc, que significa "el
lugar de las siete cavernas",
aunque no existen datos concretos
para
asignar un origen común a las dos civilizaciones.
Un aspecto interesante es la
orientación dada a la pirámide;
se halla orientada de modo que señala el
movimiento del Sol
desde el amanecer hasta el anochecer y los equinoccios.
Fotografía: Jesús Jimenez Gomez
Fuente: Arte Historia
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