Los nudos de los listones de madera, en el frente de un mueble
o en el suelo de una estancia son, en origen, las áreas del tronco
donde nació la base de una rama. Cuando la madera se corta
en planchas, los nudos se convierten en discontinuidades o
irregularidades circulares que aparecen en las vetas del material.
Según su naturaleza, sus dimensiones y su aspecto
se clasifican de la siguiente manera:
se encuentre muerto y esté podrido. Los primeros no suponen ningún
problema siempre que no estén situados en una unión o sobre una cara
vista. Los nudos muertos se desprenden de las planchas de madera
y favorecen la aparición de orificios. Son reconocibles porque son más
superficiales y su presencia da lugar a elevaciones o
hendiduras en la tabla.
Tamaño: se denomina nudo en ojo de perdiz cuando su diámetro mide
menos de 5mm, y pequeño si sus dimensiones se encuentran entre
5mm y 15mm. A partir de los 20mm, el nudo se clasifica como mediano.
Es grande si mide cerca de 40mm. Tamaño y estado no son
parámetros relacionados entre sí, es posible que un nudo podrido
sea pequeño, mediano o de dimensiones mayores, ya que varía
sus proporciones según el momento en el que la
rama se cortó o se cayó.
Forma: la manera en la que se corta la madera determina la
morfología del nudo. Si el corte fue radial, adopta forma de espiga;
si se hizo de manera tangencial, será redonda; si la madera se
cortó en una posición intermedia, será oval.
Fotografía: Jesús Jiménez Gómez
Fuente: Eroski Consumer
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