Para llegar a la cueva del agua hay que atravesar
el rio
Santa María en camino a la cascada de Tamul.
Es una cueva de unos 15 metros
(ancho y largo) de grande,
con agua tibia y clara. Tiene muchos murciélagos.
Han hecho investigaciones para saber cuanto tiene
de profundidad y nunca lo han
descubierto.
Se trata de una cavidad en la ladera de la Sierra Madre
Oriental
inundada de agua cristalina que al rayo del sol adquiere
una tonalidad
de color turquesa. El lugar es paradisìaco
adornado por enormes estalactitas
que provocan
un escenario único en su género.
Fotografía: Jesús Jiménez Gómez
Fuente: Rincón Abstracto
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