Se denomina minero a la persona que se encarga de
excavar
minas para extraer minerales.
Las principales ocupaciones de un minero incluyen taladrar
la roca con picos y palas o utilizando herramientas eléctricas
para extraer el
mineral, apuntalar los túneles con soportes
de madera para impedir su derrumbe,
desplegar vías para
el transporte de la piedra o cargar el mineral en vagonetas
para su transporte al exterior.
En ocasiones, los mineros realizan funciones auxiliares
como
crear túneles de pasaje o ventilación, excavar
salas o pozos para facilitar la
actividad de extracción.
El trabajo de un minero en el interior de la mina es duro.
En primer lugar, están privados de la luz del sol por lo
que deben alumbrarse
con lámparas acopladas a sus cascos.
En segundo lugar, se trata de un trabajo
sucio pues el
polvo de mineral impregna las ropas, el cabello y la piel
de los
trabajadores. El trabajo de minero exige un importante
esfuerzo físico y no
está exento de riesgos. En muchas
ocasiones deben trabajar en posturas forzadas
o recorrer largas
distancias inclinados o de rodillas para alcanzar la veta.
Por otra parte, a menudo se ven expuestos a derrumbes
o desprendimientos de
rocas que pueden provocar desde
pequeñas fracturas hasta la muerte por
aplastamiento.
Los mineros también pueden provocarse rebanaduras
y amputaciones
al trabajar con herramientas cortantes.
Finalmente, pueden padecer la
silicosis, una enfermedad
causada por la inhalación prolongada de compuestos
químicos
que afecta irreversiblemente a los pulmones y dificulta la respiración.
Fotografía: Jesús Jiménez Gómez
Fuente: Wikipedia
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