El canario doméstico (Serinus canaria domestica)
es una subespecie desarrollada durante siglos de
selección en cautividad partiendo de ejemplares del
una especie de ave del orden paseriforme
de la familia de los fringílidos, endémica de las
islas Canarias, Azores y Madeira.
El canario doméstico fue criado por primera
vez en el siglo XVII. Los ejemplares capturados en
su hábitat original fueron llevados a Europa por
marineros españoles. Su cría se hizo muy popular
en las cortes de los reyes europeos y sus precios eran
prohibitivos. Los monjes fueron los que comenzaron
a criarlo, y para hacer que el precio se mantuviera
alto, solo vendían ejemplares machos, que son los
que cantan. Finalmente, algunos criadores italianos
obtuvieron hembras y fueron capaces de reproducirlos
por sí mismos, por lo que se hicieron muy populares
en toda Europa continental. En Inglaterra en un principio
eran propiedad solo de personas adineradas pero,
con el tiempo, comenzaron a ser criados también allí
haciéndose muy populares y surgiendo muchas
razas a través de la cría selectiva.
Los canaricultores las suelen dividir en tres grandes
grupos: canarios de canto, canarios de color,
y canarios de forma. La paciente cruza selectiva
ha dado origen a los colores vivos conocidos hoy en día,
entre los cuales se encuentran el blanco puro,
crema pálido, pardo, ágata, dorado, amarillo brillante,
naranja, naranja-verdoso, cobre, rojo, negro o mosaico
negro-bruno, pastel, opal, satiné, gris, topacio, ónix,
cobalto, jaspe, etc. Mediante la combinación de estos colores,
se generan los cientos de colores de plumajes posibles.
Fuente: Wikipedia